Oscura razón, mente agobiante de excesivos pensamientos y sentimientos efímeros que se mezclan en este coctail llamado desamor.
Es vacío, es tortura, es muerte, es ausencia de tu presencia, verdades entre mentiras o mentiras entre verdades, ese sin sentido ya ni importa, irrumpes mi tranquilidad tan solo rozando mi existencia, se humedece el cielo, nubes cargadas de energía y un rayo rompe el silencio, mis ojos lloran.
Ilusión óptica, sonrisa que invita, ojos que penetran, queda la sensación de saltar al vacío y perderlo todo cuando la mano que te apoyaba se desvanece en el olvido.
El color de la risa, el olor del dolor, el desconsuelo de la decepción, sueños que brillan en la oscuridad, dudas que ruedan por el largo camino de la vida.
Palabras de una respiración asmática, nudos en la garganta, recuerdos que regresan, personas que se van, todo es nuevo, todo es reto, mas una mirada trata de disimular.
Me siento en una banca y extraño mi pequeño universo, con los sentidos alerta, atentos al devenir de las cosas, pero con un corazón en conflicto, que quiere luchar, más aun en el fondo tiene una naturaleza negativa, y si la cuestión deja de ser pregunta se convierte en desesperación, tu mente me quiere enloquecer, quiero salir pero no hay un donde y mucho menos un quien.
Observo el agua en reposo, algo cae, cambia su tranquilidad, viejas onda entre el espacio y tiempo, me voy con ella, con su energía que sube y baja, que me sacude y me lleva a la cima pero me golpea y me baja hasta el fondo y luego todo tiende a la quietud, nuevamente esa quietud que asfixia.
Si vuelves por el cielo, llevale una flor de mi parte, dile que por las tardes veo esos hermosos rojos y naranjas que estallan y van muriendo entre violetas mientras cae la noche, dile que a lo lejos me volteo a mirarte y veo un estúpido destino cruel que parece gozar con las desgracias.
Que significado tendría volverle la cara al viento y sonreír si en el fondo todo yace descontrolado, si las preocupaciones no te dejan pensar y la inquietud no te deja caer, no puedo eludir la fiesta de la noche en mi primer primavera, no puedo acariciar su cabello porque su destello se repliega con furia y se esconde entre las montañas.